Tras las crisis económica y sanitaria que vivimos en los últimos años, muchas familias de Lima encontraron en la agricultura urbana una opción para afrontar la inseguridad alimentaria, desde cultivos verticales en botellas hasta huertos en andenes. La práctica en cultivos les permitió no solo contar con alimentos frescos y saludables, sino también generar un espacio para compartir con la familia y comunidad.
Dentro de las diversas formas de cultivo resaltaron prácticas comunes, como el uso de recursos locales, el reaprovechamiento de residuos orgánicos, uso eficiente del agua para riego, asociación de cultivos y controladores biológicos para prevenir enfermedades y plagas; además de movilizar a la comunidad a través de la generación de redes de agricultores y agricultoras, en síntesis primaron prácticas agroecológicas.
La agroecología, como estilo de vida, nos aproxima a la soberanía alimentaria y resiliencia frente a las crisis económicas y climáticas. Es así que, desde el Instituto de Desarrollo Urbano CENCA, se desarrolló el Curso de Agroecología en Laderas, con el objetivo de inspirar y acompañar la implementación de huertos agroecológicos en el distrito de San Juan de Lurigancho.
El curso, desarrollado entre mayo y julio, contó con 11 sesiones en formato híbrido:
Sesión 1: Agricultura para la vida
Taller presencial 1: Diseño del Huerto
Sesión 2: Abonos agroecológicos
Sesión 3: Obtención de semillas y siembra
Sesión 4: Presupuesto y registro de costos
Taller presencial 2: Preparación de almácigos
Sesión 5: Mantenimiento del huerto Agroecológico
Sesión 6. Prevención de plagas y enfermedades en la Agroecología
Sesión 7: Reforzamiento de lo aprendido
Sesión 8: Exposiciones finales
Taller presencial 3: Biopreparados
Durante el curso, se contó con la participación activa de 15 agricultores y agricultoras, quienes compartieron los avances de la implementación de sus huertas familiares y comunitarias, en una exposición a la Red de Agricultura Urbana de José Carlos Mariátegui.
Cada vez más familias se suman a la corriente agroecológica contribuyendo a la mejora de su calidad de vida y la generación de más espacios verdes, algo tan necesario en nuestra ciudad y sobre todo en las laderas de la periferia.